OTRO VEHÍCULO INDUSTRIAL PRESERVADO.

NOS MANDA  EL RELATO  SU FLAMANTE  PROPIETARIO: DOS60

 

Desde que tengo uso de razón, todo vehículo Pegaso me ha entusiamado.

Aun así, había un vehículo en concreto que destacaba dentro de los demás.

Eran los camiones de cabina cuadrada fija (72-78) fuera cual fuera su configuración, aunque mi ojito derecho eran los doble dirección, quizá por que fueron de los primeros que yo conduje y el observar aquellas 4 ruedas girar me impresionaba mucho.

No quiero desmerecer otras gamas ni anteriores ni posteriores, solo que me que de con la que conviví en mi infancia.

El sonido de su motor era y es inconfundible, y su marcha, subida de vueltas con su silbido del turbo es música celestial para los Pegasistas. Su olor a gasoil, mezclado con grasa nos indican que pertenecieron a un tiempo pasado.

Pero el tiempo va pasando, apenas sin darnos cuenta, y todos aquellos vehículos que veíamos en aquel pueblo, aquella calle, aquel solar van desapareciendo sin hacer ruido.

Como también soy aficionado a los turismos clásicos empezó a surgir la idea en mi cabeza de recuperar uno, por fin un Pegaso de verdad, después de tantas fotos, juguetes y miniaturas.

Hoy en día ya son varias las empresas de seguros que permiten asegurar estos grandes mastodontes, y su mantenimiento a poco que el vehículo este medio en condiciones no es mayor que el de un turismo, no ocurre igual con el espacio que ocupa, que suele ser el causante de muchas amarguras al aficionado.

Este 1080 pertenecía a una empresa carpintera, cerca de donde yo veraneo, y lo conocía 27 años, recuerdo que siempre salía al balcón para verlo pasar, tan solo tiene 400.000km hechos por el mismo conductor-propietario que lo mimaba como a un hijo.

El año pasado falto su propietario, y aunque el vehículo se dio de baja y presentaba una avería en el grupo, no dude en adquirirlo casi sin pensarlo.

Hoy en día, apunto de declararlo como histórico y ya reparado de mecánica, tan solo le quedan unos pequeños detalles y pintarlo.

Pegaso siempre en el corazón, y ahora por fin, también en nuestras manos.

Dos60

Felicidades

Gonzalo

 

 

 

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